Se celebró el encuentro número 34 de los santuarios de Catalunya y Balears. Tuvo lugar
en Lleida los días 12 y 13 de marzo. Al abrir el correo electrónico he dado con
comunicaciones de algunos colegas que se me adelantaron en la comunicación. No le hago ascos a algunas de sus expresiones que me facilitan la
labor.
En el folleto-guía, una foto de la ciudad de Lleida, lugar del encuentro. La vieja catedral en el montículo |
Los rectores de santuarios tenemos mucho trabajo que
hacer y nadie lo hará por nosotros. Porque "las ermitas de hoy son las
discotecas, y los bancos, los nuevos santuarios", hacía notar Mn. Ramon
Prat, Vicario General de la diócesis de Lleida al disertar sobre "El
lenguaje de la fe de cara a la Nueva Evangelización".
Los cerca de sesenta responsables de santuarios -laicos,
diáconos y presbíteros- fuimos convocados por el P. Josep Maria Sanromà, rector
del Santuario de Montserrat y Coordinador del secretariado Interdiocesano de
Santuarios de Cataluña, Baleares y Andorra. Él nos decía en la invitación:
"los santuarios son espacios que, en medio de una sociedad alejada del
mundo religioso y de la vida de la fe, deberían ser lugares privilegiados donde
el hombre y la mujer de hoy pudieran hacer experiencia de la presencia amorosa
de Dios".
Mesa rectora: el coordinador de los encuentros, Sanromà, el obispo de Lleida i el obisbo encargado de la Pastoral de santuarios en Catalunya |
"Están en casa", nos decía acogiendo nuestra
presencia el obispo de Lleida, Monseñor Piris. Completaba la acogida: "me
felicito que hayáis elegido la Tierra Firme leridana para recrear caminos para
la nueva evangelización." El obispo Agustí Cortés, Presidente del
Secretariado también nos dirigió unas palabras de saludo: "os animo a que,
a partir de vuestras experiencias en el Santuario, compartidas en el marco del
Año de la Fe y del 50 aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II, encontréis
el lenguaje que estimula la esperanza y la confianza de cara a la peregrinación
de la Iglesia".
El Encuentro con compañeros de todos los obispados
catalanes, trece de Mallorca y dos de Sabartés (Ariège) anima a los
participantes. Todos llevamos en el corazón la sed que nuestro pueblo tiene de
Dios en la árida travesía del desierto que es la sociedad de hoy en día, tan a
menudo de espaldas a Dios y a los mejores valores humanos.
"Se vacían las iglesias y vienen a los
santuarios". Por este motivo todos nos esforzamos que quienes llegan como turistas,
o como sea, regresen como peregrinos Y, una vez en casa, se conviertan en cristianos
militantes. Los cinco verbos de la peregrinación son: salir de casa (llamados
por Dios). Caminar. Recibir. Permanecer (en el corazón de Dios). Y volver a
casa (con su amor).
El eje de las tres conferencias estaba cruzado por la
inquietud acerca de cuál es el lenguaje adecuado hoy en día para comunicar la
fe. El Padre Bernabé Dalmau, monje de Montserrat, nos facilitó la reflexión sobre
la carta de Benedicto XVI "la Puerta de la Fe" y nos adentró en las
luces y las sombras del Concilio Vaticano II a lo largo de los últimos
cincuenta años. "Cada santuario tiene que ser un faro de la fe. El paso de
los años nos cambia los oídos. He aquí la necesidad de la nueva y renovada
Evangelización. Jesús es la puerta. No tiene prisa, pero nos espera. No hay
otro camino que nos conduzca hacia la sobriedad, la humildad, la austeridad, la
constancia para vivir la vida de la Iglesia, no con nostalgia, sino con
creatividad. "
Comentábamos en el trabajo de grupo: "el responsable
del santuario debe tener presente que la oración más bonita, también para el
ateo y para el agnóstico, consiste en maravillarse". Mosén Prat insistió
en el lenguaje de la contemplación y del diálogo con los nuevos humanismos
dentro de los escenarios del siglo XXI. Nadie es excluido a la hora de buscar
un sentido a la vida, que bien desembocar en la belleza del cristianismo, de
las bienaventuranzas operativas en las obras de misericordia.
Cerró el encuentro cura Xavier Aymerich, párroco de
Molins de Rei, con el tema de rabiosa actualidad, la falta de sacerdotes en los
pueblos, "Las celebraciones dominicales en ausencia de presbítero".
"Hay que aunar los tres principios: Eucaristía, domingo y comunidad",
afirmó monseñor Aymerich todo enfatizando el concepto de "comunidad".
Integrantes de la Delegaicón procedente de Mallorca |
Visitamos el edificio típico de Lleida, la Academia
Mariana, donde reza vísperas ante la Virgen Blanca. También la iglesia románica
de San Martín y el santuario de la Virgen de Carrassumada (los mallorquines ya
no pudimos asistir por cuestión de tiempo). Dichas visitas pusieron el broche
de oro a un trabajo que nos estimula a llevar a cabo una acogida más fraternal,
un espíritu de servicio evangélico y un anuncio iluminador desde los faros de
los santuarios que “marianizan” a los países catalanes.
Acabo la recensión recordando que el P. Bartomeu Pericàs (fallecido
el 27 de octubre del año pasado en la comunidad de Lluc) estuvo muy presente en
el encuentro. Era bien conocido, pues no se perdía una cita a lo largo de los
años. Cuando tenía a la vista un viaje a un santuario de Catalunya, del Estado español
e incluso del ancho mundo, experimentaba una gran satisfacción. Rogamos por él
en la Eucaristía, por quien dejó durante años en muy buen lugar al Santuario de
Lluc.
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