El día de la fiesta del corazón de María (16 de junio), la
comunidad del Santuario de Lluc asistió a la inauguración/bendición de una
pintura que representa a Jesús y a María contemplados a través de su corazón.
Porque a Jesús se le puede mirar al trasluz de su pobreza, de su actitud
profética, de su acercamiento a los humildes…. Las múltiples y diversas
escuelas de espiritualidad, como también los fundadores de Órdenes y
Congregaciones, han escogido su propio punto de vista. De ahí tanta diversidad.
Ahora bien, se da el caso de que no raramente las
reflexiones, o más bien exclamaciones, de los adeptos a ambos corazones
adolecen de un trato poco delicado hacia los textos del Nuevo Testamento. La
devoción que nos ocupa está entretejida de ornatos y arabescos que, por lo
general, no responden a la sensibilidad de nuestros contemporáneos. En la
mayoría de los portales de internet que se ocupan del tema se proyecta una
devoción pálida, lastimera y escasamente fundamentada.
No es suficiente con las buenas intenciones huérfanas de
sentido crítico. Urge un viraje que recoja la abundante riqueza de la
Tradición, a la vez que elimine los excesos y las deficiencias, el lastre
acumulado a lo largo de los siglos. Es preciso entroncar la espiritualidad del
corazón de Jesús con la sensibilidad del hombre y la mujer de hoy y olvidar las
pinturas kitsch y las exclamaciones
del siglo XIX.
Mi empeño a lo largo de mucho tiempo, como el de algunos
de mis colegas, se ha concretado en darle un giro a esta tradición pictórica de
rostros acaramelados y mejillas sonrosadas. Así como a la tradición literaria
de expresiones lastimeras y quejumbrosas que responden a gustos literarios
decididamente venidos a menos. La tarea resulta espinosa, pues no se desvía tan
fácilmente el flujo de la tradición. Ni se abaten sin más los prejuicios
acumulados.
Guía para contemplar el cuadro
El P. Ramon Ballester, que sigue de cerca las tendencias
artísticas del momento y no carece de arrestos para establecer pautas en el
museo del santuario, a falta del director/a que aguardamos, ha asesorado al
pintor y explica el cuadro en los siguientes términos:
La pintura
de los Sagrados Corazones de Jesús y de María contiene todo un mensaje bíblico y
espiritual que quiere expresar la nueva lectura doctrinal hecha por la
Congregación de MM.SS.CC. en sus decretos capitulares y diversos estudios.
Jesús
Resucitado muestra las heridas de la Pasión testificando que ha dado la prueba del
amor más grande, hasta donde ha llegado su entrega por amor (Jn 15). Destaca el
pecho con la herida de la lanza que muestra el corazón abierto, traspasado (Jn 19,34-35).
Es un Cristo triunfante de la muerte, que ha pasado por la cruz, la cual viene
a ser como su trono dramático, a la vez que glorificador. De ahí que la sonrisa
de su rostro confirme la esperanza de los creyentes.
La actitud invita a la contemplación y al compromiso de seguir contemplándolo en quienes hoy también se les traspasa el corazón. A ellos hay que servir con amor samaritano.
María se encuentra a su lado en actitud de oración de intercesión. Ella nos fue dada como Madre desde la Cruz (Jn 19,26-27) y participó de la Pasión de su Hijo como lo profetizó el viejo Simeón: una espada le atravesaría el alma (LC2, 35).
Ella conserva
en su corazón numerosos recuerdos del Hijo (Lc 2,51) y rememora la encarnación
del Hijo en su seno. Pide ahora que se hagan carne en nosotros las palabras del
Evangelio...
El autor del cuadro
El pintor se llama Just Nicolàs, nacido en El Vendrell (Tarragona)
el año 1946. Ha cultivado diversas técnicas: acuarela, aceite, cerámica,
escultura. Sus obras han merecido reconocimientos internacionales. Su pintura
es actual. A mí personalmente me complacen sus colores festivos y claros que conforman
una especie de granulado. En sus obras echa mano de recursos varios para que la
pintura resulte ágil y dinámica.
Puede que el autor de la tela no sea muy conocido en el mundo de las exposiciones y las ventas, pero es un buen pintor, con un estilo definido y cuya obra sintoniza con la sensibilidad actual en las formas, volúmenes y colores. Aúna en equilibrada síntesis algo del cubismo de Picasso y de los rostros estilizados de Modigliani. Se llama Just Nicolás, nacido en Catalunya y con familia en Mallorca.
El cuadro que nos ocupa preside la capilla interna de la
comunidad de los Misioneros SS. Corazones del Santuario de Lluc. Lo
contemplamos cada mañana mientras nos susurra que es preciso dejarse traspasar
en el servicio a los traspasados. El Cristo de rostro juvenil nos infunde
esperanza. Como Él, también nosotros estamos llamados a dejar atrás la cruz, la
lanza y la espada. Lo cual se consigue si, como exhortaban los viejos profetas,
se lucha por cambiar las espadas por arados y las lanzas por podaderas.
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