Vic, 9 y 10 de marzo
Unos cincuenta responsables de diversos santuarios de Catalunya y
Baleares nos dimos cita en la ciudad de Vic para el XXXVI encuentro anual. Nos
reunimos en el antiguo seminario de Vic, hoy reconvertido en alojamiento muy
confortable y con un buen servicio. Fue los días 9 y 10 de marzo.
El grupo de Mallorca nos habíamos levantado muy de mañana para abordar
a tiempo el avión. Luego hicimos el trayecto de Barcelona a Vic en un bus.
Llegamos los primeros. Poco a poco se hicieron presentes los demás. La gran mayoría, rostros conocidos de años pasados. Alguno ya hace 36
años seguidos que no omite la cita.
El primer acto, el saludo del Obispo de Vic Mons. Romà Casanova,
seguido de la oración inicial. Inmediatamente nos saluda al obispo Agustín
Cortés, delegado de la Conferencia Episcopal Tarraconense y las Islas Baleares
para el Secretariado Interdiocesano de los Santuarios. Luego el Director del
Secretariado —que se estrena, por cierto— el P. Joan Mayol, monje de
Montserrat, presenta el encuentro: lo que haremos y los objetivos que queremos
conseguir.
Dado que escribí una crónica del desarrollo del encuentro en el blog
del santuario (http://lluclallardelamare.blogspot.com.es/2015/03/xxxvi-trobada-de-santuaris-de-catalunya.html)
me limitaré a transcribir un par de párrafos de cada conferencia y algún que
otro dato.
La Evangelii Gaudium y los
santuarios / G. Ramon Oranías, osb
La parroquia no es la única institución evangelizadora […]. El
santuario es comunidad de comunidades, donde los sedientos beben para continuar
caminando, y centro de constante envío misionero.
María es la que sabe transformar una cueva de animales en la casa de
Jesús, con unos pobres pañales y una montaña de ternura. Ella es la esclavita
del Padre que se estremece en la alabanza. Ella es la amiga siempre atenta para
que no falte el vino en nuestras vidas. Ella es la del corazón abierto por la
espada, que comprende todas las penas. Como madre de todos, es signo de
esperanza para los pueblos que sufren dolores de parto hasta que brote la
justicia. Ella es la misionera que se acerca a nosotros para acompañarnos por
la vida, abriendo los corazones a la fe con su cariño materno. Como una
verdadera madre, ella camina con nosotros, lucha con nosotros, y derrama
incesantemente la cercanía del amor de Dios. (EG 286a).
A través de las distintas advocaciones marianas, ligadas generalmente a
los santuarios, comparte las historias de cada pueblo que ha recibido el
Evangelio, y entra a formar parte de su identidad histórica. Muchos padres
cristianos piden el Bautismo para sus hijos en un santuario mariano, con lo
cual manifiestan la fe en la acción maternal de María que engendra nuevos hijos
para Dios. Es allí, en los santuarios, donde puede percibirse cómo María reúne
a su alrededor a los hijos que peregrinan con mucho esfuerzo para mirarla y dejarse
mirar por ella. Allí encuentran la fuerza de Dios para sobrellevar los
sufrimientos y cansancios de la vida (EG 286b).
Vale la pena subrayar una de las salidas que hicimos para las Vísperas
y la misa. Me refiero al monasterio de Sta. María de Lluçà. En el lugar encontramos
la mesa puesta para un banquete digno de paladares exigentes en cuestión de
arte. Arquitectura románica. El claustro y el ábside, de gran belleza. Las
pinturas que se guardan en el lugar son de un románico que camina decidido
hacia el gótico. El frontal del altar es de una estética superior. Muy bien
resuelto el pequeño claustro adyacente. En este escenario de ambientación
románica tuvimos una experiencia de silencio y después celebramos la
Eucaristía.
El santuario: contemplación a
través de la naturaleza / G. Vicenç Santamaria,
osb
El silencio, punto cero, sin retorno, a partir cual se inicia todo lenguaje. El santuario, espacio privilegiado per percibir la presencia de uno mismo en sí mismo. El silencio: una nada que nos permite actuar en todo. El silencio se experimenta, no se dice. El espacio silencioso como garantía de una presencia.
El santuario: un equilibrio entre los estímulos de los factores
exteriores y la germinación del mundo interior. El santuario: una preciosa
reserva de silencio fecundo. Encontrarás más en la naturaleza que en los
libros; la vegetación y las rocas te enseñarán más que lo que pueda decirte el
maestro.
Liturgia y espiritualidad popular / Mn. Francesc Garcia
La construcción de un santuario en lo alto de una montaña o en el llano o incluso en medio de la ciudad evoca fenomenológicamente la puerta que invita a la apertura hacia otra dimensión.
Por su belleza el santuario es signo de la armonía del cosmos y reflejo de la belleza divina. […] Por su condición el santuario es el lugar festivo en su sentido más auténtico. El santuario es eminentemente festivo por la condición que despliega de memoria, presencia y profecía. Es memoria de la actuación de Dios en la historia personal y del pueblo. Es presencia porque brinda la invitación a ir a lo más esencial de uno mismo, a aquella fuente invisible de agua viva del evangelio.
Esta ponencia iba seguida de tres breves relaciones. Una de ellas me la
asignaron a mí. Tenía que describir el ambiente, la mezcla de liturgia y
espiritualidad que acontecía en el santuario de Lluc. Y, a la vez, los intentos
que la comunidad lleva a cabo para enriquecer los gestos que bien pueden ir más
allá de su significado actual.
Unos días de regalar el oído con ideas bien torneadas. Unas sugerencias para aplicar lo escuchado en el santuario, ermita u oratorio donde uno desarrolla su labor. Momentos para saborear vivencias amistosas. Experiencias de plegaria y de silencio. Ocasiones para admirar obras de arte en arquitectura y pintura. En fin, días en que uno varía el ritmo, le hace una finta a la rutina, aprende y admira. Hasta el próximo año.
El grupo de Mallorca |
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