El Santuario de Lluc, donde reside el autor.

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lunes, 26 de noviembre de 2018

Una despedida inevitable

El útimo escrito que he mandado a la revista "Amigo del Hogar", revista dominicana de carácter relihgioso y formativo és el que sigue a continuación.

 Tras 24 años de colaboración en las páginas de la revista “Amigo del Hogar”, ahora toca hablar de despedida. Todo tiene su tiempo y su hora, leemos en el Eclesiastés. Tiempo de nacer y tiempo de morir, de plantar y de arrancar. Y así el autor va enumerando acciones y actuaciones que tienen un comienzo y un final. Sí, 24 años escribiendo en la revista. Lo compruebo revisando los artículos que he guardado celosamente. Una primera etapa abarcó los años 1983 a 1996. Una segunda etapa se desplegó a lo largo de los años 2007-2018. Aparte la columna mensual, también escribí sobre diversos temas sueltos que el director me solicitaba.
Cuatro cabeceras
Recuerdo, al menos, cuatro grandes apartados bajo los que se cobijaron la mayoría de artículos, unos 270, según mis cálculos. El primero de ellos rezaba así: “cartas indiscretas”. Ya desde el inicio confesaba, pues, que en algún momento pisaría la raya de la prudencia a fin de poder decir cosas que quizás no eran política o eclesialmente correctas, pero que consideraba necesario expresar.
El segundo aparatado se refería a “personajes de ayer, entrevistas de hoy”. Trataba de rescatar para la actualidad algunos grandes hombres —o mujeres— de la literatura, la música u otros campos. En un diálogo ficticio, intentaba recoger su línea de conducta o pensamiento para dar con el camino más adecuado en el momento.
Tercera cabecera, “las razones del corazón”. Se trataba de ir desgranando temas de interés para sacar a la luz valores de conducta. Evitaba una catequesis explícita. Pretendía conducir de la mano al lector hacia patrones de comportamiento a través de la narración. Estos escritos fueron los que más larga vida obtuvieron.  
Último apartado: “cápsulas para un vocabulario cordial”. Ha durado un año justo el conjunto de estos artículos. Han tenido una vida breve. La intención que les dio a luz fue la de vincular los frutos de amistad, paz y convivencia a determinados conceptos y valores, tales como la sencillez, la nostalgia, la paz, la paciencia, la sensibilidad… Aprovechaba también algunos refranes o frases de autores para remachar la idea.
Todo tiene su tiempo. En la actualidad el horizonte final parece haber acelerado el paso, mientras que la salud lo va rezagando. Así es que conviene repensar los objetivos y reestructurar las prioridades. Todavía llevo algunas actividades entre manos que resulta difícil transferir a otros más jóvenes. Es sabida la escasez de sacerdotes y religiosos. Vivo en un Santuario —el de Lluc, Mallorca— muy visitado y que requiere de algunas tareas ineludibles. La columna en “Amigo del Hogar” de seguro que encontrará a jóvenes del país con talento e ilusión y dispuestos a dar un paso al frente.
Agradecido a los Dominicanos y a la Revista
Entre mi Congregación y la de los Misioneros del Sagrado Corazón hay una real y fluida amistad. Somos buenos amigos, no faltaría más, pero se trata de dos congregaciones distintas. Lo digo porque el título es parecido y sé por experiencia que las confusiones han abundado. Aprovecho para agradecer a todos ellos el altavoz que significa la revista a lo largo de muchos años. Y muy en particular que no me retiraran el micrófono cuando algunas voces procedentes de la autoridad —y pienso que también del autoritarismo— presionaban para silenciarme.
Llegué a República Dominicana hace ya 36 años. Corría el 1982 cuando supe de primera mano lo que significaba el calor tropical. Fui testigo de la pobreza de algunos barrios marginados. Muy particularmente por los parajes del ensanche Altagracia de Herrera. Mantengo grabada en la mente la famosa “esquina caliente”, confluencia de vehículos, de encuentros humanos, de ventas de comida, de pequeñas y grandes conspiraciones…
En el trópico experimenté la acogida de la gente, miré de frente la crueldad de la pobreza extrema y compartí la impotencia de algunas madres y abuelas que veían morir a sus hijos a causa de cualquier leve enfermedad. Observé también el contraste de lo que acontece en los barrios ricos y los rincones periféricos de la ciudad. Me caló como un estigma invisible que ya no me ha abandonado.
Con el paso de los años, y por los motivos del autoritarismo a que me refería, pasé a la hermana isla de Puerto Rico. En ambos lugares estuve dedicado a la docencia de la teología y al ejercicio de la pastoral. Más intensa fue la pastoral en República Dominicana, más relieve adquirió la teología en Puerto Rico. Incluso ejercí por cuatro años como Decano de la Facultad de Teología de los Dominicos en Bayamón.
Tras un paso breve por Madrid y Barcelona, ocupado en tareas de la Congregación a la que pertenezco, aterricé hace más de siete años en el Santuario de Lluc (Mallorca), el más visitado de las islas Baleares. Ahí permanezco.
Los vínculos con los habitantes de Dominicana se han hecho sólidos y permanentes a pesar de la distancia. Uno de estos lazos, si no el de más peso, es el de la revista Amigo del Hogar en la que he colaborado puntualmente y sin falta, en dos etapas, a lo largo de 24 años.
De todos me despido muy cordialmente. Y vayan mis mejores deseos de un progreso sano y fraterno para el país, para la Congregación de Misioneros del Sagrado Corazón y para la revista. Dios quiera que terminen las humillantes desigualdades entre los habitantes de la República. Sé que los buenos deseos tienen corto recorrido, pero cuando no se puede cambiar la situación, bueno será expresarlos con la mayor intensidad.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Encuentro que es una tarea importante y muy constante la de colaborar en una revista durante 24 años. Y despedirse de una ocupación que se ha realizado con gusto y deseo de hacer el bien, tiene que ser costoso. Pero es lo que dice el autor citando el ECLESIASTÉS, hay un tiempo para todo, y yo preciso, solo un poco de tiempo, aunque sean 24 años. Pero todo el bien que se siembra, alguien lo recoge, y especialmente los escritos que en algún lugar quedan. Este último, además, hace un poco de historia del recorrido de su su autor por la República Dominicana y por Santo Domingo. Se agradece.

Unknown dijo...

très impressionnantes paroles, discours et messages.cette page que je découvre est pour moi une source dans la quelle je puise, pour vivre et partager mes journées avec mes frères et mes proches. Merci infiniment mon père