El Santuario de Lluc, donde reside el autor.

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sábado, 17 de marzo de 2018

Un premio para la hospedería de Lluc

"Siurell de plata"
con el nombre de la hospedería
En los últimos tres años la hospedería ha mejorado de modo notable. Buena muestra de ello son el cambio de mobiliario y cortinas, así como pequeños detalles que favorecen la comodidad de los visitantes. A este propósito cabe destacar la calefacción que funciona con biomasa. Por tales motivos el P. Manuel Soler, en nombre del Prior y la comunidad, y acompañado por quienes trabajan en el día a día en la hospedería, (Sebastià Sureda, gerent, Juan A. Amengual, responsable del lloc), juntamente con los colaboradores Pere Fullana i Rafa Duran, recibió el mencionado premio. Tuvo lugar en la sede de la CAEB, en Palma, dia 9 de març. La organización encargó al personal de Lluc el agradecimiento de los otros dos premios. El P. Manuel Soler escribió el breve discurso que reproducimos a continuación, traducido al castellano.  

Autoridades, Presidente de l’Associació Balear d'Agroturismes i Turisme d'Interior, Señoras y Señores.

Permitidme que inicie mi intervención con un saludo del Prior del Santuari de Lluc, el P. Ricard Janer, quien hoy  se ha desplazado con la Escolania para assistir a varias representacions a Andalucía y no puede hacerse presente en este acto.


Entre nosotros, hoy, hay entidades y ciudadanos que han sido galardonados estos años pasados con el Siurell de Plata. Nosotros estamos aquí porque hemos merecido este año un reconomiento público y queremos agradecer al jurado que nos ha otorgado este galardón. Y lo quiero expresar como representante de l’Hostatgeria del Santuari de Lluc, pero muy particularmente también en nombre del Grup Excursionista del Foment de Turisme de Mallorca i dels Margers del Consell de Mallorca

Las tres entidades, justamente, compartimos valores y objectivos, la de hacer de Mallorca y de los espacios naturales un locus amoenus, conservar sus fortalezas, disfrutarlas y educar a la ciudadanía con la finalidad de que respete y conserve el entorno. El Santuari de Lluc ocupa un lugar en el corazón de Mallorca y de los mallorquines, un lugar más consolidado aún gracias al compromiso del Foment del Turisme y con el apoyo de las instituciones.

Parlamento del P. Manuel Soler en la sede de la CAEB
Hoy día suben la montaña de Lluc personas muy diferenciadas. Está la ola de ciclistas desde hace unos años, hay quien busca tranquilidad y paz. Otros van de excursión, quieren respirar aire puro y llenar su retina de paisajes repletos de rocas y encinas. Naturalmente que no faltan las peregrinaciones individuales o en grupos. La mayoría de vistantes, de todos modos, no deja de visitar la imagen en el Camarín.

Todos ellos necesitan ser acogidos. Un Santuario, alejado de pueblos y ciudades, necesita acoger al personal en cosas materiales y, por supuesto, también en el aspecto espiritual. Con una sonrisa que no sea forzada ni meramente propagandística. Con más motivo si piden ser escuchados,  quieren participar de un acte de culto o buscan un sentido más profundo a la vida. No es la más adecuada una acogida standard.

Los encargados del Santuario deben tener bien presente la responsabilidad de la acogida. Conviene que dispongan de una preparación no sólo técnica, sino también espiritual. Bien se puede afirmar que la espiritualidad de los dirigentes del Santuario —sacerdotes o seglares— es la de la acogida.

La acogida supone una actividad interior personal y voluntariosa. Implica una sincera amabilidad. Desea compartir. En cambio el mero hecho de recibir tiende a ser pasivo e incluso puede coexistir con una actitud a la defensiva o de cumplir el expediente. Se puede recibir a alguen sin acogerlo.

La acogida tiene unas derivaciones. Para empezar con lo más material y visible, pide desarrollar todo lo que tiene que ver con las instalaciones e  infraestructuras. Vale la pena cuidar de la dignidad y belleza del edificio y su funcionalidad, así como de su seguridad. Muy oportuno será tener lista la cafetería, habitaciones, sales de estar, zones verdes y de descanso. Es importante la limpieza. Estos detalles invitan inconscientmente a los peregrinos y visitantes a quedarse más tiempo en el santuario y quizás a regresar.

Concretamente Lluc se ha esforzado para que los visitantes y peregrinos dispusieran de una habitación confortable. Desde el lejano siglo XVI se construyeron los porxets para los peregrinos y sus monturas. Y mucho esfuerzo que costó. A finales del sigo XIX el restaurador y Prior Joaquim Rosselló tuvo la lucidez de edificar unas habitaciones adecuadas y un restaurante que aún hoy día es admirable per sus dimensiones y por su  ornamentación.  

Y estos años pasados se ha cambiado el mobiliario de las habitaciones y se ha combinado la estancia en las celdas con los  servicis de sa  Fonda. También se ha montado todo un sistema de calefacción de  biomasa. Si antes ir a Lluc era sinónimo de padecer frío, ahora no es así. Ahora equivale a gozar de una temperatura confortable mientras quizás se observa caer la nieve a través de la ventana.

Todo ello ha sido fruto de un trabajo en equipo, bien gestionado y bien dirigido, un grupo de profesionales que diariamente cuida de la limpieza, la recepción, sa Fonda, la administración, el mantenimiento, la comunicación y las visitas, un equipo humano que ha consolidado un estilo de acogida y aporta al Santuario una personalidad y una identidad que lo hacen especialmente atractivo para el visitante, el peregrino o el turista.


Muchas gracias, en nombre de todos los galardonados. Dels Excursionistes del Foment del Turisme aprendemos cada dia a disfrutar y a  respetar el medio, y els Margers nos han ayudado a restaurar aquella obra titánica de nuestros antepasados que adornaron la Serra con collares de piedra.


Muchísimas gracias en nombre de todos nosotros.

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